Que en paz descanse, querido Abuelo. Te quiero con todo mi corazon ahora y para siempre. Tú me enseñastes como vivir feliz. Tú me mostraste tu verdadera fe en Dios. Ahora entre en la felicidad y la gloria del Señor, quien tanto amaste durante tu bellísima vida, donde no hay sufrimiento, solo alegría, no hay muerte, solo juventud.
Ps 129
DE PROFÚNDIS CLAMÁVI ad te Dómine;
Dómine exáudi vocem meam.
Fiant aures tuae intendéntes
In vocem deprecatiónis meae.
Si iniquitátes observáveris Dómine:
Dómine quis sustinébit?
Quia apud te propitiátio est
Et, propter legem tuam sustínui te, Dómine.
Sustínuit ánima mea in verbum eius;
Sperávit ánima mea in Dómino...
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